Los Huargen han aceptado rápidamente sus nuevos poderes Druídicos, llegando algunos a escalar rápido dentro del Círculo.
Trol
La primera Druida Trol fue Zen’tabra. Es la única de alto rango de esta raza y es quien tutela a los novicios. Aunque se muestran un poco torpes en principio, también demuestran un gran interés en aprender.
Al contrario que otras razas, los Trol no toman aspecto de ave en su forma de vuelo, sino de murciélago.
Estuvieron durante años camuflados entre los tigres de las Islas del Eco para evitar ser esclavos del Vudú de Zalazane.
La fauna y la flora de las Islas del Eco responde ante la llamada de los Druidas Lanzanegra.
Todo aquello que conocemos, en Azeroth y en otros mundos, está formado por Elementos. En diferentes proporciones, todo está compuesto por agua, aire, fuego y tierra, y la débil armonía que existe entre ellos, propicia la vida.
La vida tiene muchas formas, desde pequeñas enredaderas e insectos, grandes fieras como el oso a nobles criaturas como el águila. Todas ellas esconden gran poder en su interior, y son los Druidas los encargados de usar el poder que la vida ofrece para protegerla a toda costa de aquellos que deseen ponerle fin.
El panteón druídico consta de deidades semidivinas relacionadas con la naturaleza, entre las que se encuentran las siguientes:
Elune/Mu’sha y Malorne
Según los Kaldorei, una diosa de exuberante belleza moraba en las profundidades del Pozo de la Eternidad durante el día, mientras que por la noche, cuidaba de ellos. Hablamos de Elune, la Dama Blanca, Madre Luna o Guerrera Nocturna.
Es representada de diversas formas, pero las más habituales son:
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Elune, la Protectora: Caracterizada como una diosa benévola que colma de bendiciones a los Kaldorei.
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Elune, la Guerrera: Es la cara inversa de la anterior. Se presenta como una diosa fiera, guerrera e implacable, que cuida de las Centinelas y les proporciona valor en el combate.
Estas dos representaciones también se corresponden con la benevolencia y la ira de la diosa, que curiosamente se relacionan con los elementos de luz y sombra, pero este no es el momento de tratar ese tema.
Malorne, su consorte, es un venado blanco y es considerado un poderoso guardián de la naturaleza. Considerado una deidad muy poderosa y uno de los mayores campeones de la naturaleza, es un pilar fundamental para los Druidas de las religiones Kaldorei y Tauren. Los Tauren comparten una gran parte de su mitología con los Kaldorei.
Los Tauren veneran a la Madre Tierra, a quien consideran una deidad suprema y a la que rinden culto a diario. Esta, posee dos ojos, Mu’sha la Luna y An’she el Sol, siendo la primera Elune y el segundo, desconocido en la mitología Kaldorei.
Por otro lado, está A’paro (Malorne), quien fue cazado por un Tauren. El venado pactó con Mu’sha, y si esta lo socorría, él la amaría por siempre. La diosa accedió, y fruto de su relación engendraron a Cenarius, quien inició a los Tauren en el Druidismo.
Goldrinn
Goldrinn el Ancestro, (o Lo’gosh en taurahe y orco), es un poderoso lobo gigante, guardián de la naturaleza cuyo poder y brutalidad son reconocidos por todos. Kaldorei, Trolls, Goblin, Tauren y Enanos poseen diferentes versiones de la historia, pero todos destacan su ferocidad indomable, su falta de autocontrol y su gran poder.
Participó en la Guerra de los Ancestros, asesinando millares de demonios a su paso, para después desaparecer finalmente y no volvérsele a ver jamás... hasta que el Martillo Crepuscular amenazó Hyjal.
Con uno de sus colmillos se creó un poderoso artefacto, conocido como la Guadaña de Elune, con la que, según se cuenta, se “creó” al primer Huargen. A los Huargen se les suele relacionar con la forma druídica del lobo, prohibida por el Círculo Cenarion por su ansia de sangre, saña y violencia. Esto, unido a los conocimientos que los Gilneanos desarrollaron por sí mismos sobre el cuidado de la tierra y las cosechas en tiempos de necesidad, convierte a este pueblo antiguamente humano en heraldos de Goldrinn.
Gonk
El Gran Cazador, como es frecuentemente apodado en historias, es un Raptor Loa Ancestral del panteón Zandalari. Según Zen’tabra, matriarca de los Druidas Lanzanegra, Gonk le ofreció en una visión un modo de conectar con todos los Loa al mismo tiempo en lugar de con un único Loa como hacen los Sacerdotes. Al hacerlo, ella y aquellos que siguieran su camino, se dedicarían a salvaguardar el delicado ecosistema de las Islas del Eco en particular, y a proteger toda la vida en general.
Así, los Druidas Troll acceden a diferentes habilidades gracias a los diferentes Loa que poseen; como Hir’eek el murciélago (forma voladora) o Shirvallah el tigre (forma felina).
La relación de los druidas con estas deidades les otorgan diferentes bendiciones provenientes del Sueño Esmeralda, origen de los poderes druídicos, como podemos ver en las diferentes especializaciones.
Equilibrio - La armonía de los astros
A esta pertenecen los Druidas que se especializan en el poder proporcionado por los astros. Se supone que su poder proviene, principalmente, de Elune y de su contraparte solar.
Los Druidas Equilibrio son conocidos por su capacidad de invocar devastadoras lluvias de estrellas, desatar la furia de los astros y por adoptar el aspecto de un Lechúcico Lunar, una bestia bendita por la diosa Luna; aunque unos pocos toman un aspecto celeste alternativo, volviéndose translúcidos y rodeados por estrellas. Estos druidas también son conocidos como Druidas de la Garfa.
Aunque su principal motor son las estrellas, la luna, el sol, y sus posiciones en el cielo; los Druidas Equilibrio también son capaces de manipular los Elementos de manera limitada (en especial el viento), empujando a sus enemigos con feroces vendavales, atrapándolos en ciclones o creando violentos huracanes sobre ellos.
Feral y Guardián - La cólera de lo salvaje
Aquellos Druidas que aceptan a las bestias como parte de sí y son bendecidos por el espíritu del felino o de los osos gemelos Ursol y Ursoc, se sumergen en el fragor del combate bajo la forma de un ágil y letal felino o como un estoico y brutal oso. También se les conoce como Druidas de la Zarpa.
Los felinos druídicos son capaces de desaparecer de la vista de sus enemigos con facilidad y atacarles en un instante de debilidad, en el cual hacen jirones su carne, dejando que estos mueran desangrados.
Los osos druídicos, por otro lado, forman parte de la primera fila de combate, tratando ser el foco de atención para proteger a sus aliados del daño, ya que con su grueso pellejo y la bendición de la naturaleza de su parte, pueden resistir asaltos que otros simplemente no podrían ni soñar.
Restauración - El esplendor de la vida
Cenarius y las enseñanzas de Malfurion ocupan el lugar de origen de los poderes en los Druidas Restauración. Aquellos que se especializan en este camino son capaces de sanar las heridas más profundas rodeando a sus aliados de brisas terapéuticas y plantas con poderes curativos; o protegerles con una coraza de corteza de árbol mágico.
Además, pueden adoptar la forma de un colosal árbol de vida, armonizándose con la naturaleza para amplificar sus poderes restauradores de forma asombrosa, aunque sólo por un tiempo limitado.
El Claro de la Luna y el Círculo Cenarion
En el norte de Kalimdor, al norte de los aciagos bosques de Frondavil y al oeste de la Cuna del Invierno, nos encontramos el Claro de la Luna.
Rodeado de altas montañas que dificultan la entrada a este, el Claro de la Luna es un bosque ancestral y virgen, aparentemente en noche perpetua, en cuyo centro reposan las aguas del lago Elune’ara. Al norte de él, se encuentra la aldea de Amparo de la Noche, sede del Circulo Cenarion.
El Circulo Cenarion es una organización de Druidas Kaldorei y Tauren que recientemente ha permitido que Huargen y Troll formen parte de ella, cuya finalidad es velar por la naturaleza y combatir a quienes la amenazan. Actualmente está dirigido por el Archidruida Malfurion Tempestira.
Claro de la Luna es una zona dedicada a preservar la vida, y sólo aquellos que la respeten están invitados en él. Los celadores del Circulo Cenarion no toleran la violencia entre facciones en la región, y aquellos que inflijan la norma serán castigados con la muerte.
Fandral y los Druidas de la Llama
Tras los sucesos de Hyjal, el débil y traumatizado Fandral Corzocelada fue manipulado por la hija de su difunto hijo Leyara y ambos, a su vez, por Ragnaros para convertirse en los primeros Druidas de la Llama.
Estos druidas transmutaron sus poderes para que se imbuyesen con el poder del fuego elemental de las Tierras de Fuego, convirtiéndose en escorpiones ígneos, felinos llameantes y halcones de fuego. A su vez, eran capaces de incendiar a los enemigos con trombas de fuego, invocar ciclones ardientes y antárboles incendiados. Sin embargo, su nuevo clan duró poco, ya que al poco tiempo, fueron derrotados en su totalidad por los Guardianes y los Vengadores de Hyjal, ayudados por las fuerzas de la Alianza y la Horda, y nada queda de ellos, salvo sus memorias.
Como es usual, el druidismo también tiene diferentes matices según la raza que lo practique. Ahora veremos qué enfoque toma cada sociedad al respecto.
Elfos de la Noche
Es costumbre entre los Kaldorei, que quienes accedan al camino del Druida sean varones, aunque desde hace tiempo cada vez son más mujeres las que aceptan este camino, e incluso, alcanzan el rango de Archidruida.
Aunque la sociedad Kaldorei sea matriarcal y las mujeres ostenten gran parte del poder (tanto militar, como político y como eclesiástico), los Druidas son respetados y su sabiduría es escuchada.
Como curiosidad, los Druidas Kaldorei de mayor rango llegan a desarrollar facetas de animal, como cornamentas de venado, y engalanarse con vestimentas de aspecto animal, como alas y otros.
Tauren
El principal clan druídico de los Tauren es el Tótem de Runa, y su líder, es el Archidruida Hamuul Tótem de Runa.
Los Druidas y los Chamanes no tienen un papel espiritual definido: ambos guían a la tribu. Recientemente se han unido a ellos los Videntes (Sacerdotes). Los primeros Druidas Tauren son, al igual que los Kaldorei, discípulos de Cenarius.
Huargen
Antes de convertirse en Huargen y tomar de forma cuasipermanente la forma druídica del lobo, algunos Gilneanos eran conocidos como Brujos/as de la Cosecha: estos se dedicaban a cuidar la tierra en tiempos de malas cosechas para combatir las hambrunas.