Sectas
En la Alianza, la práctica de la Brujería está prohibida. Los Brujos son perseguidos por la ley, y se esconden en cuevas y sótanos, mientras que otros optan por otro tipo de clandestinidad. Las únicas dos razas de esta facción que toleran la Brujería son los Enanos Hierro Negro, famosos Piromantes, Cabalistas (Destrucción) y Taumaturgos oscuros (Aflicción), y los Gnomos, cuya curiosidad sin límite les lleva a investigar las profundidades oscuras de la Brujería. Para el resto, como antes se mencionó, es una práctica prohibida, especialmente para Kaldorei y Draenei.
Origen
El comienzo de la brujería se remonta a Argus, donde el Titán Oscuro Sargeras el Destructor, observó a los Eredar, una raza que dominaba con maravillosa maestría la magia arcana. Sargeras tentó a los Eredar con un mayor poder a cambio de unirse a la Legión. Aproximadamente el 90% de la raza aceptó este don, y los que antes eran grandes magos Eredar, rápidamente pasaron a ser Brujos, invocando demonios, canalizando destructivas energías caóticas y usando como emblema magia de fuego corrupta: el fuego vil.
Con la primera llegada a Azeroth de la Legión, algunos Kaldorei comenzaron a descender por la oscura senda de la brujería, fuese estudiándola o directamente pactando con señores demoníacos. Uno de estos Kaldorei fue Illidan Tempestira, quien pactó con Sargeras a cambio de ciertos poderes diabólicos.
Más tarde en Draenor, los Orcos, quienes fueron embaucados por Kil’jaeden, segundo al mando de la Legión Ardiente, abandonaron las prácticas chamanísticas para abrazar la Brujería con la cual corrompieron todo cuanto les rodeaba. Además, muy ligado a la Brujería, tenemos la Nigromancia, otro tipo de magia procedente de la Legión, pero que se ha desviado a otro camino.
Una vez llegados los Orcos a Azeroth, la extensión de la Brujería por este mundo fue inevitable: miembros de todas las razas mortales practicaron en la sombra las oscuras artes, formando sectas, aunque si bien es cierto, la Brujería actual está muy lejos ya de lo que era hasta hace poco. Más adelante hablaremos de ello.En cualquier caso, ser brujo no va ligado con ser malvado, que es algo que muchos creen, pero sí está ligado a poseer una gran ambición y a la tentación de caer en garras de la corrupción. De hecho, representantes de los diferentes aquelarres y sectas de brujería se han reunido para formar El Consejo de la Cosecha Oscura.
El Consejo de la Cosecha Oscura
El tiempo ha ido pasando, y mientras otros héroes hubieron perfeccionado y ampliado sus técnicas y habilidades, las sectas cayeron en decadencia, desapareciendo muchas de ellas. Para evitarlo, se reunieron los seis brujos más poderosos de Azeroth, cada uno de una secta. Estos fueron:
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Kanrethad: Humano. Líder del Consejo de la Cosecha Oscura. Extendió entre las sectas los secretos de la Metamorfosis. Participó en la derrota de Illidan Tempestira en la cima del Templo Oscuro.
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Jubeka: No-muerta. Participó en la derrota de Kil'jaeden en la Meseta de la Fuente del Sol. Se especializa en esclavizar y estudiar demonios.
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Zelfrax: Gnomo. Aparentemente sádico y demente.
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Shinfel: Sin'dorei. Participó en la derrota de Cho'gall en Bastión del Crepúsculo. En la batalla, recibió unas heridas de por vida en sus manos a causa de la corrupción crepuscular.
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Rytssin: Orco. Colaboró en la derrota de Ragnaros en las Tierras de Fuego.
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Zinnin: Huargen. Estuvo presente durante la batalla contra Alamuerte el Destructor. Tras la batalla, quedó moralmente afectado.
Del mismo modo los magos consiguieron alterar de diversas formas el tiempo y los chamanes alcanzar el nivel de ascendiente elemental, los Brujos debían encontrar una solución al ocaso de las sectas y esa reunión tenía ese fin, ganar poder. Los seis brujos expusieron sus experiencias en las diversas batallas, sacando en claro que realmente los demonios no son la única fuente de poder prohibido existente, y que hay otras equivalentes en Azeroth, como la magia crepuscular, o el poder del fuego caótico. De este modo, los seis brujos se dispusieron a investigar más sobre las nuevas prácticas que estudiar, dividiéndose en tres grupos:
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Kanrethad y Jubeka partieron hacia Terrallende. Allí, consiguieron esclavizar demonios superiores, comprender cómo Illidan consiguió tener a tantos demonios en su mano sin que estos pertenecieran a la Legión, obtener poder del sacrificio de seres vivos y a dominar el Fuego Vil. ¿El precio? La cordura y posterior muerte de Kanrethad.
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Zelfrax y Shinfel persiguen los restos del Martillo Crepuscular, obligando a los sectarios supervivientes a compartir sus oscuros conocimientos, como protegerse de la magia sagrada y de sombra con el Resguardo Crepuscular, o a canalizar un torbellino de energía crepuscular que corrompa hasta la muerte a los enemigos: el Yugo Maléfico.
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Zinnin y Rytssin se dirigieron a las Tierras de Fuego, donde continúan su investigación con el fuego elemental y las energías caóticas del plano del fuego.
Como resultado, los Brujos recientemente han abandonado ese camino que los ligaba exclusivamente a los demonios, pudiendo tomar numerosas opciones ahora.
Especializaciones
Como hemos explicado en el punto anterior, los Brujos actualmente disponen de diferentes fuentes de poder, más allá de los demonios. Aunque esto da muchas opciones, básicamente los hechizos siguen respetando las escuelas de Fuego y Sombra. No obstante, existen otro tipo de hechizos vinculados más a lo arcano, como la capacidad de teletransporte, e invocación.
Actualmente, Aflicción ha sido dotada de hechizos pertenecientes al Martillo Crepuscular, como el Resguardo Crepuscular y el Yugo Maléfico. Esto, unido al ya conocido daño de sombras en el tiempo que la especialización poseía, da lugar a que la evolución de esta rama se acerque más a la temática de los Dioses Antiguos y se aleje de la demonología. Cabe destacar que para potenciar esta impresión, el primer conjunto de Pandaria fue el "Atavío de Piel de Sha", el cual consistía en jirones de “piel” de Sha vinculados entre sí con talismanes; y el primer conjunto de Cataclysm, el "Atavío de Pirosombra", posee el aspecto de las tiendas de campaña que los Crepusculares usan en sus asentamientos.
Demonología da a entender la idea del estereotípico Brujo lanzando una tormenta de fuego y sombras por igual, respaldado por varios demonios y teniendo capacidad de convertirse temporalmente en uno, o incluso, alterar su forma física y alcanzar un aspecto semi-demoníaco más resistente. Entraría de forma perfecta en el rol de un invocador, que además de ser capaz de llevar a su compañero demoníaco y tener capacidad de invocar a otras personas, puede liberar un enjambre de diablillos que en grandes números son un auténtico destrozo. Para finalizar, la forma de semi-demonio es conocida como Apoteosis Oscura, y como dijimos, vuelve al brujo más resistente a los ataques enemigos, a cambio de que varias de sus facultades se vuelven de rango cuerpo a cuerpo. Esto da un aire bastante fuerte de Demon Hunter, unido a que el icono de Apoteosis Oscura es el mismo que el de Metamorfosis de Illidan, que el brujo posee el Aura de Inmolación que también poseía el Demon Hunter del Warcraft III, y que el Glifo que hace accesible esta habilidad se llama Glifo de Cacería de Demonios, es posible afirmar que un Brujo en Apoteosis Oscura es casi un Demon Hunter a efectos prácticos, siendo la única diferencia entre las dos clases que una emplea dos espadas.
Las investigaciones de Zinnin y Rytssin han dado lugar a que Destrucción vea su reserva de maná alterada por completo. Tomar las energías caóticas vuelve el maná inestable, haciendo que se gaste y regenere a gran velocidad. Otro de los descubrimientos que han conseguido, es la capacidad de que el cuerpo del propio Brujo acumule llamas, irradiando calor a su alrededor. Este calor acumulado aparece en el juego en la forma de Ascuas Ardientes, las cuales se emplean para lanzar poderosas llamaradas que ocupan grandes extensiones, cauterizar las heridas del propio Brujo, o para lanzar una salva de fuego caótico, tan inestable como destructiva, que arrasa a los enemigos con un golpe brutal.
En el caso de los No-muertos, como Humanos que fueron, arrastran la práctica de la brujería, sólo que actualmente en su estado de no-muerte bajo la mano de Sylvanas, pueden salir a la luz sin temor a represalias "legales".
Los Tauren rechazan radicalmente estas prácticas en su cultura.
En la sociedad Sin'dorei, los Elfos de Sangre Brujos forman la élite de hechiceros de Lunargenta. Son conocidos como Magos Sanguinarios: taumaturgos que emplean Fuego/Fuego Vil para reducir a sus enemigos a cenizas. Suelen llevar orbitando a su alrededor Esferas Glaucas, que son almas de demonios capturadas, cuyo uso es potenciar los hechizos que lanzan. También existen otros tipos de Brujo en Lunargenta, como los Abisálicos, expertos en manipular las oscuras energías del vacío y los Abisarios. Kael'thas fue uno de los Brujos de mayor renombre en la historia.
La Horda tiene un enfoque distinto de la brujería. Cada raza tiene su punto de vista.
Aunque Thrall como Jefe de Guerra toleraba Orcos Brujos en su ciudad, estos no eran bien vistos. Actualmente, con Garrosh como Jefe de Guerra, la Brujería es un crimen en Orgrimmar y es castigada con la muerte, como los instructores de Brujo de la ciudad han podido sufrir en Asedio de Orgrimmar. Uno de los Orcos Brujos más poderosos de la historia fue Gul'dan.
Los Trol son los que menos tienen que ver con los demonios, aunque en el viejo Zul'Gurub podíamos ver como manipulaban Abisarios, y los Trol del Bosque de Arathi por ejemplo llevan como compañeros a diablillos, posiblemente aprendiendo la Brujería de los Ogros. En el caso de los Lanzanegra, no está claro el verdadero enfoque de los Brujos, pero podemos tomarlos como Aojadores (Aflicción), oscuros hechiceros famosos por su sadismo, capaces de utilizar la fatídica y prohibida magia del vudú contra sus enemigos. Durante largo tiempo abandonaron estas prácticas ya que en Orgrimmar, como ocurría con los Orcos, eran toleradas pero no bien vistas, pero ahora que han recuperado su hogar, han recuperado estas oscuras costumbres. Otra posibilidad de origen de los Trol Brujos, es que sean Sacerdotes que rindan culto a Bwonsamdi, Loa custodio de los Lanzanegra, patrón de los muertos.
Para los Goblin, cualquier fuente de poder tiene una salida económica, y la brujería no es menos. Además, el carácter temerario y suicida de los Goblin viene como anillo al dedo a esta clase.
En cuanto a los Pandaren, esta humilde y pacífica raza no ha tenido oportunidad de conocer la poderosa energía demoníaca, ya que han estado aislados y separados del mundo durante milenios, impidiéndoles ser brujos. Pero, ¿quién sabe en un futuro?